domingo, 31 de enero de 2016

"Pensando en ti", de FEDERICO BARRETO BUSTÍOS (Perú, 1862-1929 d.n.e.)

Poema perteneciente al libro "Aroma de mujer", de fecha 1927  d.n.e.



Te amé con ansia desde el primer día.
Luego creció mi amor, y creció tanto,
que hoy mi propia pasión me causa espanto
Ya no es pasión... es loca idolatría!

Hierve mi sangre al ver tu lozanía,
rozarte, cuando pasas, es mi encanto...
¡Qué ventura más grande, cielo santo,
que ser tu esclavo y que llamarte mía!

Es tan hondo el amor que te profeso,
que el alma mía sin cesar te invoca...
¡Estoy bien mío, entre tus lazos preso!

Te he dado el alma porque a ti te toca:
la coloqué en una noche con un beso

sobre la flor de fuego de tu boca..


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 






jueves, 28 de enero de 2016

"La amante. II", de CARMEN GONZÁLEZ HUGUET (El Salvador, 1958-- d.n.e.)


Variacion de "La amante. I".


Dicen, suspiran, nombran, llaman, cantan.
Arrullan o se agitan, iracundas,
dan nombre al mundo y al nombrarlo crean
la realidad feroz de su quimera.

Tú te marchas. Te vas, pero se quedan
tus manos en mi ser, me reconocen
como dulce extensión de las caricias.

Soy suya. Me poseen, me recorren,
me saben parte de su piel. Me besan.

Yo me sumerjo en ellas y me siento
hundida en una carne transparente
más densa que la mar, más perdurable
que la roca tenaz de las distancias.

Me alimenta la sed esa agua en fuga
que entre tus dedos tejes y derramas.

Ebria estoy, mas sedienta. Tú lo sabes,
tú que inauguras esta sed a gritos
con que en silencio bebo de tu cuerpo.

Dame más sed, dame más sed. Abreva
con tu silencio mi ansiedad abierta.

Tengo la piel cuarteada sin el agua
que nace de las fuentes de tus dedos.

Sumerge el manantial, cava ese pozo,
siembra en mí con tu gesto sed y agua,
riega la era, al fin. Dame tus labios.
Las palabras, jamás. Dame los besos.
Déjame que te beba a borbotones.

Mañana sé que ha de venir el día
y con él el desierto sin memoria.

Mañana me darás, en el silencio,
potestad de medir el infortunio
con la falta infinita de tus manos.

Mañana...
Pero hoy, siémbrame toda
de ansiedades, deseos, luces, sombras,
de miradas furtivas, ecos, risas,
de cuartos defendidos contra el mundo
y abiertos a los mares interiores
de una ternura oscura, indescifrable.

Ahora ven, y ahógame en tu boca.
Déjame agonizar bajo la dicha.
Bajo tu lluvia tiende mi vacío
y sumerge en mis ojos tu mirada.

Ciega estoy si me asomo al universo
sin la luz que me otorgan tus pupilas.

Viviré en las orillas de tus besos
exilada en la noche sin fronteras.
Siempre al borde de ti. Siempre a la orilla,
siempre al margen, apenas en la playa,
mojando con la punta de mis dedos
la sed que de tu espuma me atormenta.



Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal





lunes, 25 de enero de 2016

"Tiempo sin memoria", de TERESA ABURTO URIBE (Chile, 1965-- d.n.e.)

Te pienso luego de una larga noche,
luego de sombras y espacios fríos.

Te pienso luego de abismos simulados,
luego de silencios largos
y ojos dormidos.

Te pienso... y no estás ausente,
en mi despertar existe tu sombra
que danza pausada buscando su lecho
para aunarse en la realidad escondida
del tiempo sin memoria.

Te pienso luego de larga ausencia,
y es como si tu voz
me llamara a gritos
a reunirme con tu boca,
de la que emana un manantial de sal

perdido entre cielo y rocas.

Te pienso en mi despertar
y mi voz te llama... te clama...

¡Ay! si el tiempo
no fuera un cruel tirano
derrumbando a su paso espacios
dejándolos vacíos,
solo si el tiempo nos diera tregua
para recobrar lo perdido,
podría recuperar mi acento,
y tú, patria mía, podrías de nuevo
tenerme contigo.


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal





jueves, 21 de enero de 2016

"Al claro de luna", de DELMIRA AGUSTINI (Uruguay, 1886-1914 d.n.e.)

Poema perteneciente al libro "El libro blanco", de fecha 1907  d.n.e.



La luna es pálida y triste, la luna es exangüe y yerta.
La media luna figúraseme un suave perfil de muerta...
Yo que prefiero a la insigne palidez encarecida
De todas las perlas árabes, la rosa recién abierta,

En un rincón del terruño con el color de la vida,
Adoro esa luna pálida, adoro esa faz de muerta!
Y en el altar de las noches, como una flor encendida
Y ebria de extraños perfumes, mi alma la inciensa rendida.

Yo sé de labios marchitos en la blasfemia y el vino,
Que besan tras de la orgía sus huellas en el camino;
Locos que mueren besando su imagen en lagos yertos...

Porque ella es luz de inocencia, porque a esa luz misteriosa
Alumbran las cosas blancas, se ponen blancas las cosas,
Y hasta las almas más negras toman clarores inciertos!


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal





domingo, 17 de enero de 2016

"La sed insaciable", de JOSÉ ÁNGEL BUESA (Cuba, 1910-1982 d.n.e.)

Poema perteneciente al libro "Oasis", de fecha 1943  d.n.e.



Decir adiós... La vida es eso.
Y yo te digo adiós, y sigo...
Volver a amar es el castigo
de los que amaron con exceso.

Amar y amar toda la vida,
y arder en esa llama.
Y no saber por qué se ama...
Y no saber por qué se olvida...

Coger las rosas una a una,
beber un vino y otro vino,
y andar y andar por un camino
que no conduce a parte alguna.

Buscar la luz que se eterniza,
la clara lumbre durarera,
y al fin saber que en una hoguera
lo que más dura es la ceniza.

Sentir más sed en cada fuente
y ver más sombra en cada abismo,
en este amor que es siempre el mismo,
pero que siempre es diferente.

Porque en sordo desacuerdo
de lo soñado y lo vivido,
siempre, del fondo del olvido,
nace la muerte de un recuerdo.

Y en esa angustia que no cesa,
que toca el alma y no la toca,
besar la sombra de otra boca
en cada boca que se besa...



Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal





viernes, 15 de enero de 2016

"Alba rosa", de FEDERICO BARRETO BUSTÍOS (Perú, 1862-1929 d.n.e.)

Poema perteneciente al libro "Aroma de mujer", de fecha 1927  d.n.e.



Yo la ayudé a vestirse esa mañana...
¡Parece que la veo todavía!
Estaban sus mejillas como grana,
y quería llorar y se reía...

Una estatua de rosa y porcelana
mi niña de ojos negros parecía,
y yo, al palpar su juventud lozana,
me deleitaba y a la vez sufría.

Al cerrarle el corsé de encajes lleno,
sentí como un efluvio de claveles
que subía del fondo de su seno...

Era su pecho una ánfora de aromas,
y yo como una abeja, libé mieles
en las puntas rosadas de su pomas...


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 






jueves, 14 de enero de 2016

"Me basta así", de ÁNGEL GONZÁLEZ MUÑIZ (España, 1925-2008 d.n.e.)

Poema perteneciente al libro "Palabra sobre palabra", de fecha 1965  d.n.e.



Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
—de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso—;
entonces,

si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,

para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando —luego— callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta).

[♪♫♪ Puedes escuchar aquí el poema♪♫♪ "Me basta así" cantado por Pedro Guerra].



Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal





"Mañana no viviré", de VICENTE ALEIXANDRE (España, 1898-1984 d.n.e.)

Poema perteneciente al libro "La destrucción o el amor", de fecha 1935  d.n.e.



Así besándote despacio ahogo un pájaro,
ciego olvido sin dientes que no me ama,
casi humo en silencio que pronto es lágrima
cuando tú como lago quieto tendida estás sin día.

Así besándote tu humedad no es pensamiento,
no alta montaña o carne,
porque nunca al borde del precipicio cuesta más el abrazo.

Así te tengo casi filo,
riesgo amoroso, botón, equilibrio,
te tengo entre el cielo y el fondo
al borde como ser o al borde amada.

Tus alas como brazos,
amorosa insistencia en este aire que es mío,
casi mejillas crean o plumón o arribada,
batiendo mientras me olvido de los dientes bajo tus labios.

No me esperéis mañana —olvido, olvido—;
no, sol, no me esperéis cuando la forma asciende al negro día creciente;
panteras ignoradas —un cadáver o un beso—,
sólo sonido extinto o sombra, el día me encuentra.


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal





lunes, 11 de enero de 2016

"Me gusta el placer de decirte linda", de SALVADOR PLIEGO (Méjico, 1958-- d.n.e.)

Poema perteneciente al libro ""El libro de los besos", de fecha 2010  d.n.e.



Me gusta el placer de decirte linda
y ver sonrojado al cielo persiguiendo un horizonte.
Me gusta, sin aviso, tocarte, acariciarte, sentirte,
volarme con tu pecho,
hilvanarme con tus manos,
desmembrarme con tus cejas,
invocarme en tus caderas,
despeinarme en tus cabellos.

Me gusta saborear el néctar que baja en la montaña,
el ocotal estático con su dulce y elegante fibra.
Me gusta besarte cuando duermes
y no se escuche más que un beso en el silencio,
el sonido interrumpiendo los respiros.

¿Cómo es que te dispersas en mi todo?
¿Cómo es que te cubres en mi nada?
He roto todo, hasta la muerte,
hasta el geranio y su semilla.
Por ti mis manos se han secado.
Por ti mis párpados tu luz buscaron.
Necio, como un ave, subí y baje indagando;
husmeé y planeé tu rostro;
dejé tus labios para luego.

Me gusta tu ternura: aquietada, serenada;
hecha raíz en mi silencio:
voz mía que reclamo;
voz tuya que incorporo.
Mi boca se refresca. Mis ojos se emblandecen.
En mi corazón tus brazos se abren.
En mi paladar tus besos duermen.
Linda como el agua te entreveras en mi anhelo.
¿Cómo decirte mi deseo?

Me gusta besar tus besos
como el corazón que llora al decir te quiero:
tu corazón así lo escondo y tiembla si lo exploro.
Y no guardo más palabras. No encubro más lenguajes.
Mi sentimiento a ti te toca y el amor me brota…
y un beso se sonroja.
Y te escondes, linda, a hurgar bajo mi pecho.
Amor mío y mi cielo;
amor dulce y tierno:
mi corazón revive… y se esfuma con un sueño.


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal





sábado, 9 de enero de 2016

"Amarte para siempre", de XAVIER VILLAURRUTIA GONZÁLEZ (Méjico, 1903-1950 d.n.e.)

Amarte con un fuego duro y frío.
Amarte sin palabras, sin pausas ni silencios.

Amarte sólo cada vez que quieras,
y sólo con la muda presencia de mis actos.

Amarte a flor de boca y mientras la mentira
no se distinga en ti de la ternura.

Amarte cuando finges toda la indiferencia
que tu abandono niega, que funde tu calor.

Amarte cada vez que tu piel y tu boca
busquen mi piel dormida y mi boca despierta.

Amarte por la soledad, si en ella me dejas.
Amarte por la ira en que mi razón enciendes.

Y, más que por el goce y el delirio,
amarte por la angustia y por la duda.


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal





lunes, 4 de enero de 2016

"La amante. I", de CARMEN GONZÁLEZ HUGUET (El Salvador, 1958-- d.n.e.).


Un lento derramarse, un cielo en fuga,
un crepúsculo muerto sobre el agua.
Una raíz de sal que te sumerge
en la hondura más negra de su grito.

El agua viene y lame cada orilla
con su lengua de cántico y caricia
y amortigua la luz su llaga inmóvil
para no herir la entraña de la tarde.

Sobre cada colina deja un soplo
detenido el arado de los besos.

Las manos se persiguen, se acorralan,
huyen por los rincones, vuelan, gritan
o van a agonizar en tus cabellos.

Tú miras y vacías tu mirada
en el recodo oscuro más remoto.
Y las llenas de nuevo con aromas
de un país que recorres entre sueños.

Miras y vas sembrando de tus ojos
un territorio fértil y sangriento
donde el rostro más frágil y furtivo
se hace piedra y derrota en cada ausencia.

Tú miras y te inventas lo que miras.
Miras el sol y enciendes en la tarde
un universo de luces moradas
que derraman su vino en las pupilas.

Tú miras y en el fondo de la noche
nace la luz del alba sucesiva.

Vuelve otra vez, espejo del pasado.
Ábreme en las entrañas otra llaga
más permanente y mucho más deseable
que la herida que llora lo que pierdo.

Pues si el reproche afila con su lengua
la navaja fatal de los agravios,
tú matas con la sola certidumbre
de no volver a ver el rostro amado.

Recorres un sendero y se disuelve
la ternura en tus manos como arena
deshecha en las entrañas del arroyo.

Y en al quietud endulzas esta boca,
hecha de espada y hiel, arena y odio,
para lamer el tallo del deseo
.

Entonces amo el tacto de tus dedos,
que no engaña jamás como las voces.

Pueden mentirme todas tus palabras.
Mentir tu desazón y tu distancia;
mentir también el vértigo cerrado
de la pasión que encierra mis temores.

Pero tus manos, no. Tus manos tiemblan.
Como si fueran pétalos del agua
acariciados por la brisa fría
y estremecidos por su raudo beso.

Ellas me aman más en su mutismo
que tú con las palabras exaltadas.
Tus manos, las raíces extendidas
de diez morenos dedos de mi carne,
hablan mejor en su silencio a gritos.

Dicen, suspiran, nombran, llaman, cantan.
Arrullan o se agitan, iracundas,
dan nombre al mundo y al nombrarlo crean
la realidad feroz de su quimera.

Tú te marchas. Te vas, pero se quedan
tus manos en mi ser, me reconocen
como dulce extensión de las caricias.

Soy suya. Me poseen, me recorren,
me saben parte de su piel. Me besan.

Yo me sumerjo en ellas y me siento
hundida en una carne transparente
más densa que la mar, más perdurable
que la roca tenaz de las distancias.

Me alimenta la sed esa agua en fuga
que entre tus dedos tejes y derramas.

Ebria estoy, más sedienta. Tú lo sabes,
tú que inauguras esta sed a gritos
con que en silencio bebo de tu cuerpo.

Dame más sed, dame más sed. Abreva
con tu silencio mi ansiedad abierta.

Tengo la piel cuarteada sin el agua
que nace de las fuentes de tus dedos.

Sumerge el manantial, cava ese pozo,
siembra en mí con tu gesto sed y agua,
riega la era, al fin. Dame tus labios.
Las palabras, jamás. Dame los besos.
Déjame que te beba a borbotones.


Mañana sé que ha de venir el día
y con él el desierto sin memoria.

Mañana me darás, en el silencio,
potestad de medir el infortunio
con la falta infinita de tus manos.

Mañana...
pero hoy, siémbrame toda
de ansiedades, deseos, luces, sombras,
de miradas furtivas, ecos, risas,
de cuartos defendidos contra el mundo
y abiertos a los mares interiores
de una ternura oscura, indescifrable.

Ahora ven, y ahógame en tu boca.
Déjame agonizar bajo la dicha.
Bajo tu lluvia tiende mi vacío
y sumerge en mis ojos tu mirada.

Ciega estoy si me asomo al universo
sin la luz que me otorgan tus pupilas.

Viviré en las orillas de tus besos
exilada en la noche sin fronteras.
Siempre al borde de ti. Siempre a la orilla,
siempre al margen, apenas en la playa,
mojando con la punta de mis dedos
la sed que de tu espuma me atormenta.

Sedienta de tus vértigos a gritos,
de remolino mutuo que se bebe
juntos la sed, el agua, la marea
de la ebriedad...
Dos cuerpos enlazados
bebiéndose la vida a borbotones,
saciando el agua, abriendo la frontera
donde pueda la sed seguir viviendo.

Más allá de la luz, yo te deseo
cada vez más desnudo, más tú mismo.
Despojado de antiguos atavíos,
de cadenas pesadas como nombres,
de grilletes de epítetos terribles,
de absurdos conformismos, de secretas
pasiones que sepultan su recuerdo,
que se cambian de nombre o que disfrazan
su rostro bajo símbolos oscuros.

Así quiero mirarte, que me veas:
Desnudo de verdad, de veras mío.
Aunque sea un minuto, un día sólo,
un instante sin tiempo ni distancias,
cuando pueda alcanzar al fin tu boca
y alzarme a la estatura de tu beso.


Entonces no podrá la muerte entera
vulnerar con su barba y su gusano
la pura luz de este milagro intacto.

Y voy a verte, entonces, como ahora,
inédita belleza, labio puro,
desafiando al destino desdichado
con la fe en la ternura inquebrantable.

Por ti comprendo ahora mi existencia.
Tiene sentido haber buscado en vano
por años, trenes, pájaros, distancias
el relámpago oscuro del deseo
brillando en tus pupilas como un astro.

Cada recodo halló su rostro vivo
para cobrar sentido entre tus manos:

Suave concavidad, copa inefable
que llenas con tu vino y que rebosa
cuando me das la plenitud.
Dormida
torre de sangre alzada en mi homenaje
y que en su suave miel se desparrama
endulzando los labios que la besan.

Subterránea raíz de los relámpagos.
Tu labor inefable no descansa.
Déjame que te beba con los ojos
cuando manos y boca no me alcancen
para abarcar tu cielo y tu hermosura.

Pero no seas nunca más esquivo,
ni entregues a mi boca vino amargo,
ni sea tu pan hecho de ausencia y hambre.

¿Qué puedo hacer con este mar indócil
que agita sus oleajes en mi pecho?
¿Cómo se emplea una marea inútil
de besos que no encuentran otra boca?

¿Adonde voy con la ternura sola
que se pudre en mis manos sin objeto?
¿Qué destino le espera a los abrazos
cuando sólo la noche nos estrecha?

¿Qué hacer con el amor cuando nos deja
con una vaga sombra entre los dedos?
¿quién puede comprender la melodía
si el amante está sordo o está lejos?

No confíes jamás en el olvido,
ni entregues esta historia a mi memoria.
Nadie es más cruel que una mujer herida.

Como una maldición, la ausencia pone
vinagre y hiel en todo lo que toca.
Hay un rumor de sal en la sonrisa
y un río soterrado en el silencio.

La soledad es un país saqueado
por la duda, el despecho y la amargura.
Una se siente en guerra con la vida,
exiliada del reino de la dicha,
extranjera entre todos los humanos.

El polvo crece, entonces, y sepulta
la piel de las mejores ilusiones
y la ceniza clava, silenciosa,
su puñal en el vientre de los fuegos.

Nada resiste. El río que se empoza
ve pudrirse sus aguas en el lodo,
y un mar congela su furioso oleaje
derrotado por gélidos desdenes.

Ahora voy a hablar en el silencio
de abismos que conozco, que visito
cuando me das de ti sólo la ausencia.

Soy entonces tu luna, tu satélite,
extraviada de pronto en el espacio
sin un planeta en torno al cual girar.

Y agonizo en el aire como un trino
abandonado por su flauta de alas,
o como un ave en agua sumergida
o como el agua sumergida en fuego.

Absurda, absurda, absurda y si sentido.
Boca muda, caricia sin el tacto.
Labio ciego a la voz, palabra inútil.
Oído clausurado a toda música,
nombre lanzado al fondo del vacío.

Devuélveme la voz, dame la risa.

Quiero volver a ser libre y sin miedo.
Quiero habitar un mundo a mi medida
y no el galpón oscuro de los otros.

Devuélveme mi casa, mi aposento.
Quiero ser yo de nuevo, libre, a solas.
Habitar en mi cuerpo sin intrusos,
posesionarme de mi propio mundo.

Ya no girar en órbitas de otros.
Estar sola y saber que nadie escoge
por mí la ruta inédita del viaje.

Ser libre para errar, para salvarme,
para creer, para abjurar, consciente
de que yo soy mi opción más importante.

Quiero ser más que un beso de tus labios.
Más que el bregar sin pausa de tus olas.
Más que el vórtice quieto donde acaban
de resumirse todas tus pasiones.

Quiero ser más que estela de cometa.
Más que sombra de luz, dorado anillo
con que, necia, he intentado contenerte.

Quiero ser signo solo y absoluto.
Tener al fin significado propio
y no necesitar tu compañía
para nombrar mi mundo, mi universo.

Quiero ser más que espuma, más que adorno.
Más que la luna para ti, planeta.
Cansada estoy de ser para los otros,
a costa de no ser para mí misma.

Amada, no. No quiero que me tomes,
que me bañes de espuma y de palabras,
que me entregues el nombre, las cadenas,
la razón de vivir, el eco, el mundo,
el oficio de ser ama de llaves
en la casa que siempre me es ajena.

No vas a usufructuar mi piel, mi sangre,
ni el aliento, ni el goce del deseo.
No vas a ser ya mi propietario.


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal





domingo, 3 de enero de 2016

"De círculo y ceniza", de PIEDAD BONNETT (Colombia, 1951-- d.n.e.)

Tu boca viene a mí, sólo tu boca.
Viene volando,
Libélula de sangre, llamarada
Que enciende esta, mi noche de ceniza.
Toda la sal del mar habita en ella,
Todo el rumor del mar,
Toda la espuma.
Boca para los besos dibujada,
Donde duerme tu lengua tentadora.
Todo el vino del mundo está en tu boca,
Todo el pecado
Y la inocencia toda.
Boca que calla y cuando dice, oculta.
Capaz de toda la verdad tu boca,
De toda la verdad y la mentira.
Ríe tu boca y se despierta el día.
(Relámpagos de nieve hay en tu risa.)
Como un tropel de potros me atropellan
Los besos de tu boca deliciosa;
Tu boca, mariposa equivocada,
Tu boca ajena que se desdibuja
En mi noche de círculo y ceniza.


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal





sábado, 2 de enero de 2016

"Amor de frutas", de Gioconda Belli (Nicaragua, 1948-- d.n.e.)

Déjame que esparza
Manzanas en tu sexo
Néctares de mango
Carne de fresas;

Tu cuerpo son todas las frutas.

Te abrazo y corren las mandarinas;
Te beso y todas las uvas sueltan
El vino oculto de su corazón
Sobre mi boca.
Mi lengua siente en tus brazos
El zumo dulce de las naranjas
Y en tus piernas el promegranate
Esconde sus semillas incitantes.

Déjame que coseche los frutos de agua
Que sudan en tus poros:

Mi hombre de limones y duraznos,
Dame a beber fuentes de melocotones y bananos
Racimos de cerezas.

Tu cuerpo es el paraíso perdido
Del que nunca jamás ningún Dios
Podrá expulsarme.


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 






viernes, 1 de enero de 2016

Besos de película. XVI.

[♪♫♪ Puedes ver muchos besos de película ♪♫♪ pinchando aquí].

"El Letheo", de CHARLES PIERRE BAUDELAIRE (Francia, 1821-1867 d.n.e.)

Poema perteneciente al libro "Las flores del mal", de fecha 1857  d.n.e.



Viens sur mon cœur, âme cruelle et sourde,
Tigre adoré, monstre aux airs indolents;
Je veux longtemps plonger mes doigts tremblants
Dans l'épaisseur de ta crinière lourde;

Dans tes jupons remplis de ton parfum
Ensevelir ma tête endolorie,
Et respirer, comme une fleur flétrie,
Le doux relent de mon amour défunt.

Je veux dormir! dormir plutôt que vivre!
Dans un sommeil, douteux comme la mort,
J'étalerai mes baisers sans remord
Sur ton beau corps poli comme le cuivre.

Pour engloutir mes sanglots apaisés
Rien ne me vaut l'abîme de ta couche;
L'oubli puissant habite sur ta bouche,
Et le Léthé coule dans tes baisers.

A mon destin, désormais mon délice,
J'obéirai comme un prédestiné;
Martyr docile, innocent condamné,
Dont la ferveur attise le supplice,

Je sucerai, pour noyer ma rancœur,
Le népenthès et la bonne ciguë
Aux bouts charmants de cette gorge aiguë
Qui n'a jamais emprisonné de cœur.
Ven a mi corazón, alma cruel y sorda,
Tigre adorado, monstruo de aire indolente,
Quiero durante mucho tiempo enterrar mis dedos temblorosos
En la espesura de tu crin abundante,

En tus enaguas llenas de tu perfume
Sepultar mi cabeza dolorida,
Y respirar, como una flor marchita,
El dulce relente de mi amor difunto.

¡Quiero dormir!, ¡dormir más que vivir!
En un sueño, dulce como la muerte,
Estamparé mis besos sin remordimiento
Por tu hermoso cuerpo pulido como el cobre.

Para ahogar mis sollozos apagados
Sólo preciso el abismo de tu lecho;
El olvido poderoso habita en tu boca,
Y el Letheo fluye en tus besos.

Mi destino, desde ahora mi delicia,
obedeceré como un predestinado;
mártir dócil, inocente Condenado inocente,
Cuyo fervor atiza el suplicio.

Apuraré, para ahogar mi rencor
El nepentes y la amada cicuta
De los pezones deliciosos de este pecho agudo
que no tuvo nunca aprisionado al corazón.

[Traducción de Raúl Amores].


Leer más poemas de este autor en el blog BESOS.

Enlace recomendado:
 
Volver a la página principal